viernes, 6 de noviembre de 2009

CUENTO: "BUSCANDO AVENTURAS"

BUSCANDO AVENTURAS

AUTOR: LAURA PERAL


Ivan era un niño que vivía con sus padres y su hermana en un pueblecito, en las afueras, cerca de un lago.

Todos los días iba con su perrita a pasear por el lago y conocer otros mundos que él imaginaba llenos de aventuras.

Un día, cuando estaba sentado en una piedra divisando el lago en busca de seres mágicos, de repente vio que su perrita “Ada” traía una cosa entre los dientes…

De pronto, Ivan oyó una voz que decía:

- ¡Por favor, sálvame! ¡Socorro!

El niño, boquiabierto, se dio cuenta de que lo que llevaba su perra en la boca era lo que estaba hablándole. Entonces, sujetándola entre sus manos, se dio cuenta de que aquello que acababa de hablar era una rana!! Pero no una rana cualquiera, resulta que esta rana a la luz del sol brillaba con destellos dorados.

- Vaya, ¡eres preciosa!! Dijo Ivan.

Agradecida, la rana le explicó que no era una rana normal y corriente, sino que venía del mundo donde las hadas y los elfos conviven en los bosques más frondosos, junto con animales mágicos.

- ¿Animales mágicos?? Preguntó Ivan, sorprendido de todo lo que estaba oyendo.

- Si, dijo la rana, como yo. Soy una rana de la suerte y puedo concederte el deseo que quieras.

Ivan no se lo acababa de creer. Pero pensó que no perdería nada por probarlo. Total, si esa rana le estaba hablando, tampoco sería tan extraño que también concediera deseos.

Así que formuló su deseo:

- Yo quisiera viajar por todo el mundo, conocer todos los lugares fantásticos que siempre imaginé ver.

Entonces... ¡¡PUFFFFF!!!! De repente Ivan, Ada y la ranita estaban recorriendo todo el mundo: China, Londres, Japón, París, Brasil, Argentina, Irlanda…pero no solo las ciudades, sino también el mundo mágico que habita escondido en cada región.

Lo que más le gustó a Ivan fueron los hombrecitos de Irlanda, y es que eran auténticos duendes!!! Inquietos y con un hablar muy gracioso.

En Japón en cambio, conoció a las hadas “Fiji”, las hadas mas bellas que jamás hubiera imaginado. Rápidas, gráciles y muy guapas. Volaban muy rápido y tras ellas dejaban un destello dorado, con esta lluvia dorada envolvían de felicidad a Ivan y a Ada ya que este era su don especial.

En Brasil la ranita los llevó a las cataratas de Iguazú, donde pudo conocer miles de mariposas de todos lo colores, radiantes, que volando juntas no dejaban de cantar con un canto tan hermoso que enamorarían a cualquiera.

De Brasil saltaron a Londres, allí vivían los “Elhis”, un grupo de elfos muy simpáticos, pero no eran elfos simples y corrientes. Y es que estos son acuáticos y habitan en mini ciudades que construyeron ellos mismos en el fondo del lago de Hyde Park, donde conviven con los cisnes y nadan junto a ellos. Unos cisnes color nácar, los más blancos del mundo, tan blancos que parecen de marfil. Ada estaba muy contenta de poder jugar con ellos.

De repente... ¡¡PUFFFFF!!!!! Estaban de nuevo en el lago de su casa e Ivan se puso muy triste porque quería quedarse con sus nuevos amiguitos y seguir viajando por aquellos lugares tan divertidos y nunca vistos, conociendo a seres fantásticos.

- No te preocupes -dijo la ranita- como nos hemos hecho muy amigos los tres te volveré a llevar de viaje conmigo y en la próxima ocasión también podrá venir tu hermana Marina. Pero será nuestro secreto.

Ivan al oir esta promesa ya estaba radiante de felicidad, pero antes de marcharse a casa le pidió un último deseo a su rana de la suerte:

- Quiero que todas las personas del mundo sean bañadas por la lluvia de la felicidad de las hadas “Fiji” y que así ¡se acaben las guerras para siempre!

- ¡Dicho y echo! Dijo la rana.

Y así fue como gracias a Ivan, todo el mundo pasó a estar contento y a convivir en paz.

FIN

1 comentario:

  1. Este cuento ha sido publicado procedente de cuentospeques@gmail.com y enviado por nuestra seguidora Laura Peral. Muchas gracias por participar.

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